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Cada ser humano es único y genuino, y por supuesto, también lo es su forma de enfrentarse a la pérdida de un ser querido. Al igual que en otros artículos de nuestro blog, con este artículo sobre cómo es el proceso psicológico durante el duelo y de los diferentes síntomas emocionales que podemos sufrir; desde Funeraria La Nueva de Albacete, deseamos ayudaros a poner luz en esos momentos tan complicados.
¿Cómo es el proceso psicológico durante el duelo?
La forma de afrontar el fallecimiento de una persona muy cercana y con un gran vínculo emocional con nosotros va a depender de algunos factores:
La forma y el momento en el que se produce. Por supuesto, es diferente si se trata de un fallecimiento repentino e inesperado, que una muerte tras una larga enfermedad, durante la cual hemos tenido tiempo de asimilar el inevitable desenlace y hemos tenido la oportunidad de despedirnos. En el primero, además de la lógica tristeza y desasosiego, se pueden añadir otros sentimientos como la confusión, la culpa, la ansiedad y el shock emocional. En estos casos, existe la posibilidad de que el problema se convierta en algo patológico si no se trata con el apoyo psicológico y profesional adecuado.
La edad y madurez emocional de la persona. El proceso para asimilar la pérdida de un ser amado es diferente para un niño que para un adulto. El primero, va a experimentar sensaciones y emociones totalmente nuevas para él, por lo que le costará comprenderlas y reconducirlas. Por ello, es muy importante que el menor se sienta acompañado en todo momento y que sus padres o las personas responsables de él, sean capaces de darle una explicación acorde a su edad y a su sensibilidad.
Para un adulto, la situación no tiene por qué ser mucho más sencilla de asimilar, pero sí es cierto de que durante su vida ha tenido la oportunidad de vivir otras situaciones, comparables, en mayor o menor medida, a esa pérdida.
Los vínculos y el aprendizaje emocional que ha tenido durante su vida. Un niño es un ser indefenso, que necesita de la protección y el consuelo de sus padres y especialmente de su madre.
Una persona que durante su infancia y adolescencia ha sido acompañado de una manera afectuosa y equilibrada en su descubrimiento de la vida, tendrá muchas más posibilidades y herramientas para asimilarlo de una forma más saludable, mentalmente y emocionalmente, que otra que arrastre unas carencias y un vacío en este sentido. Sus reacciones y forma de procesar lo que va ocurriendo en su vida, siempre estará dirigido por los miedos y por la necesidad de llenar ese vacío.
Diferentes fases en un proceso de duelo.
Siguiendo los patrones comunes a los seres humanos, de los que hemos hablado anteriormente, existen una fases o etapas que se suelen repetir en la mayoría de procesos de duelo:
– Fase de negación. En la que no queremos asumir la realidad. Sentimos que todo lo que ocurre a nuestro alrededor forma parte de una horrible pesadilla de la que nos vamos a despertar en cualquier momento. Durante esta etapa son frecuentes los cuadros de ansiedad, la hiperventilación, los mareos, …
– Fase de culpabilidad. Cuando nos hacemos a la idea de que lo que ha sucedido es real e inevitable. Nos puede envolver una sensación de culpabilidad por no haber conseguido evitarlo. Quizá sucedió lejos de donde nosotros estábamos, pero da igual, nos aferramos a la convicción de que algo podríamos haber hecho.
– Fase de desesperanza. Llega el momento de sentir una profunda tristeza, de vacío interior y de soledad, en la que se echa mucho de menos a la persona fallecida. Es importante evitar la negación de esta etapa. Al igual que las demás, forman parte de un proceso necesario.
– Fase de rabia. En estos momentos, es frecuente vivir momentos de frustración y de rabia. Es fundamental que intentemos identificar estas desproporcionadas reacciones que nos pueden llevar a dañar y a hacer pagar por nuestro malestar a otras personas que únicamente intentan ayudarnos.
– Fase de aceptación. Digamos que es “el principio del fin”. Debemos seguir adelante con nuestra vida, por nosotros y por las personas que nos importan y que siguen vivas. Esto no quiere decir que el dolor por la pérdida haya desaparecido, pero sí aprendemos a vivir con él, y con el tiempo, ese sentimiento no será un impedimento para sentirnos bien.
La importancia de ser acompañados en el duelo.
Todas las fases que hemos narrado, pueden ser mucho más llevaderas si lo hacemos de la mano de un profesional de la psicología, especializado en estos procesos.
En Funeraria La Nueva de Albacete estamos convencidos de ello. Por eso, queremos ayudarte en esos momentos tan delicados, ofreciendo los servicios de algunos de los más reconocidos psicólogos de Albacete. Junto a los cuales, llevamos trabajando muchos años, con resultados muy satisfactorios, a la hora de afrontar cómo es el proceso psicológico durante el duelo.
Te invitamos a que visites nuestra página web y que conozcas todos los servicios que ofrecemos, con el objetivo de ayudarte a ti y a los tuyos para que el funeral de tu ser querido sea un momento especial y cargado de sosiego y de la mejor energía.