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Los servicios funerarios en España son muy diferentes al resto del mundo. Al igual que hay diferencias entre Albacete y el resto de provincias españolas.
El último adiós de un ser querido es siempre uno de los momentos más importantes en la vida de todas las personas. Junto al enigma de qué es la muerte, qué habrá más allá si es que hay algo y otras incógnitas que todos solemos plantearnos, la partida implica un antes y un después.
Difícilmente podríamos concebir un acto tan doloroso como algo positivo. Salvo en aquellos casos en los cuales el óbito pone fin al sufrimiento de la persona que fallece. Gente llorando ante las lápidas de sus familiares y amigos es la estampa más tradicional en la mayoría de los cementerios de España. Así como la desolación es la emoción reinante en el tanatorio y en el crematorio.
Pero no sucede de la misma manera en otras culturas.,,¿cómo son los entierros en otras partes del mundo y en qué se diferencian estos de los funerales españoles?
Servicios funerarios en España
En España cada vez son más frecuentes las cremaciones. Tras el fallecimiento, acudimos a pasar nuestras últimas horas en compañía del cuerpo del ser querido al tanatorio y, posteriormente, se procede al enterramiento o a la cremación. Escoger el ataúd, la urna, la lápida, la esquela y las flores son actos que realizamos de manera autómata. Como un trámite ineludible al cual queremos darle fin lo antes posible y regresar a esa relativa normalidad de nuestra rutina, aunque sabemos que ya nada será como antes.
Existen países donde la desolación se cambia por la esperanza y la tristeza deja paso al festejo de la felicidad que otorga al familiar que su ser querido va a experimentar algún tipo de evolución. Un entierro concebido como una fiesta honorífica más que como un acto trágico.
Rumanía: los cementerios aquí no son sitios lúgubres sino todo lo contrario, alegres y coloristas. Así es común encontrar cruces de colores brillantes. Lejos de ser constituir un rincón triste, el cementerio rumano celebra el placer de estar vivo.
En Egipto, las personas construyen sus viviendas junto a los mausoleos y es que conciben la muerte como algo muy natural.
Ataudes, lápidas, y pompas funerarias
En algunos países, en vez de esconder el cadáver y enterrarlo para evitar que carroñeros y otras vicisitudes causen el deterioro del cuerpo. Lo que hacen es exponer el cuerpo sin vida para que la naturaleza obre en él. Ya sea a través de la acción de animales carroñeros o de las condiciones climáticas. Una vez quedan solo los huesos, estos se entierran, es lo que se conoce como zoroastrismo, muy común en Persia.
En el funeral tibetano, durante 3 días se procede a rezar por su alma. Después de este plazo, los familiares suben a lo alto de una montaña. Donde se cortan la carne y los músculos para que los carroñeros se abalancen sobre el cuerpo y lo hagan desaparecer en pocas horas. Posteriormente, se machacan los huesos y se dejan nuevamente para los buitres y otras criaturas.
En Inglaterra, han llegado a encontrarse enterramientos en los cuales la persona fallecida reposa en camas de madera, entre sábanas y mantas.
En Ghana, África, los ataúdes son tallados y pintados a mano en colores alegres.
Al sur de China en Bo, los ataúdes se colocan en rocas. También en China se fomenta el entierro en el mar en urnas biodegradables. Para honrar a los muertos se barre su tumba y queman fotografías.
En Papúa Nueva Guinea, el pueblo de Fore practica el canibalismo como rito funerario.
En la India queman a sus difuntos en fogatas junto al río Ganges.
Facilitar el trance de la pérdida de un ser querido
Para facilitar el trance, en España, los servicios funerarios cada vez ofrecen un catálogo más amplio para hacer de la muerte un trámite lo más natural posible.