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Las visitas a necrópolis son cada vez más demandadas en nuestro país. Teniendo en cuenta sus inquilinos, patrimonios artísticos, distinción y trascendencia histórica, ese tipo de turismo se está convirtiendo en una alternativa importante a las clásicas visitas a monumentos.
Este fenómeno, del que quizá no hayas oído hablar, se conoce como “necroturismo” o “tanatoturismo”, es decir, turismo de cementerios. Cabe destacar que tiene gran tradición en Europa, y que en España se van dando pequeños pasos para que eso ocurra.
Mucha gente ha entendido que el cementerio es una pieza arquitectónica de gran importancia cultural, y por eso surge el interés de visitarlo como si se tratase de una actividad turística más.
Ruta europea de cementerios
Desde hace tiempo, en Europa hay una destacable conciencia sobre este patrimonio funerario. De hecho, se ha reconocido un Itinerario cultural del Consejo de Europa en el que se destacan los camposantos de determinadas ciudades como París, Viena, Londres o Roma. Esta ruta recorre cerca de cincuenta ciudades de toda Europa.
Entre todos los cementerios del mundo, el más visitado es el de Pére-Lachaise. Tuvo sus comienzos en el siglo XIX, y en sus tumbas y nichos encontramos personalidades tan prestigiosas como Edith Piaf, Oscar Wilde o Molière, entre otros. Siguiendo por una parte más melódica, también aparece en esta ruta el cementerio central de Viena, en el cual descansan los creadores más célebres de la historia de la música, destacando compositores como Schubert, Beethoven y la familia Strauss.
Cementerio de Albacete
En España, se han elegido cementerios como el municipal de Granada, el de Ciriego en Santander o el de Polloe en San Sebastián. Además de estos, también puedes visitar el cementerio de Albacete Virgen de los Llanos, situado al noroeste de la ciudad. En él se encuentra la ermita del Santo Cristo de la Misericordia, en la que están los restos de los antiguos alcaldes de la ciudad. Debido a su gran espectacularidad, llama especial atención el panteón del torero Manuel Jiménez. Por último, cuenta también con un monolito en recuerdo de las 94 personas naturales de Albacete que fueron exterminadas en campos de concentración nazis.
Lapidas y tumbas turísticas
En cuanto a sitios fuera de Europa, más concretamente al otro lado del charco, podemos encontrar camposantos con una historia y unos monumentos que merece la pena que conozcas. Se trata de Buenos Aires, donde se encuentra el cementerio de La Recoleta. Es ahí el lugar donde descansa Evita Perón, y donde además se descubren estatuas de mármol, lápidas y espectaculares mausoleos.
Otro país es Estados Unidos, donde, en concreto, en el Estado de Virginia, se encuentra el cementerio de Arlington. En este camposanto reposan los soldados que han combatido en las guerras en las que ha intervenido el país desde el siglo XVIII.
Con todo este atractivo repertorio, quizá te hayas puesto en canción de practicar el necroturismo.