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Nichos Familiares
Pocas situaciones hay en esta vida tan dolorosas y tristes como cuando se muere un familiar o un ser querido. Para honrar su recuerdo hay mucha gente que se plantea diferentes métodos para mantener viva su memoria. O bien un sitio donde guardar sus restos y acordarse de ellos. La importancia de su recuerdo y todo lo que ha significado y representa en nuestra vida nos motiva a honrar su memoria. Hay multitud de formas de recordar a un ser querido. Desde una frase, encender velas en el crematorio en su honor o bien acudir al tanatorio el día de su defunción. Sin embargo, hay otras formas clásicas como las lápida. O poner flores en su nicho, especialmente en fechas señaladas como el aniversario de su muerte o el día de todos los santos.
Tradiciones clásicas | Nichos en Cementerio
Los nichos familiares siguen siendo una tradición muy viva en nuestra sociedad. A pesar de que cada día hay más gente que usa la incineración en vez del típico entierro y funeral que se realiza en un tanatorio. Hay otras formas clásicas como las lápidas. Nunca pasan de moda y son llevadas a cabo por los servicios funerarios que nos ayudan a darle el merecido descanso a esa persona que se acaba de ir.
Costumbres regionales
Cada ciudad y cada comunidad autónoma tienen unas costumbres propias que las diferencian del resto. Por ejemplo, en Galicia, cuando alguien fallecía en una aldea, acudía todo el pueblo a velar el cadáver. Ya fuera el velatorio en su casa o bien en la iglesia. Mientras que en los pueblos pequeños solo iban conocidos o allegados. Otra costumbre gallega era que las mujeres rezaban mientras los hombres se quedaban en casa bebiendo orujo. Posteriormente se cenaba de forma opípara y se charlaba animadamente para pasar el tiempo.
En Castilla y León, especialmente en Segovia y en los alrededores, las cofradías tenían unas normas muy estrictas sobre las prácticas funerarias. Por ejemplo, los jueces de la cofradía establecían turnos para velar a los cadáveres en su propia casa. Durante el día o la noche o bien durante el tiempo que durara el velatorio.
Antiguamente, en la provincia de Albacete era costumbre el día de las ánimas que las personas no salieran a la calle. Por temor a pisar a los muertos que buscaban el camino al cielo. Los familiares del difunto preparaban una cena o comida para el día en que el fallecido regresaba a pasar su día entre los vivos. Durante ese día se visitaba el cementerio y se depositaban velas en unas lámparas llamadas mariposas.
Funerarias en Albacete | Nichos en el Cementerio de Albacete
Bien escojamos una forma clásica o una moderna para honrar a nuestros familiares, lo mejor es dejar los servicios funerarios a profesionales que se encargarán de cuidar con mimo y todo detalle la memoria de nuestros seres queridos.