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El camposanto de Albacete es un gran cementerio español. Está situado en el llamado Camino Viejo del Cementerio, lugar en el que también se ubica el tanatorio de Albacete. Es el único de esta ciudad y alberga a más de 90 mil personas. Entre sus más de 20 hectáreas, encontramos algunas asombrosas sorpresas.
Los entierros en Albacete vienen realizándose en este cementerio desde el año 1879. Cuando el alcalde de la ciudad mandó construirlo para sustituir a la antigua necrópolis.
Vamos a recorrer un pedacito de historia del cementerio de Albacete.
En este cementerio, hay enterradas desde una aristócrata, cuya historia está ligada a una leyenda urbana llamada «El caso de la mano cortada», un arquitecto que realizó obras muy importantes en la ciudad hasta dos ilustres toreros que llegaron a ser grandes mitos, entre otros.
Los entierros en Albacete se realizan en este camposanto, patrimonio cultural, de nuestra ciudad.
La entrada principal del cementerio nos lleva hasta la capilla del Cristo de la Misericordia. Donde reposan alcaldes como Martínez de la Ossa. En esta zona están los panteones de las familias más ilustres de Albacete y está enterrado el ilustre torero Manuel Jiménez Díaz, Chicuelo. Que murió en un accidente de avión en 1960 en la isla de Jamaica.
Esto nos da muestras de lo importante que puede ser para una familia el traslado desde otros países o zonas del territorio de los restos de un ser querido. Descansa en un sarcófago yacente dentro del panteón, a la derecha de la capilla.
A la izquierda, el torero Juan Montero, que murió en 1971 en un accidente de tráfico, descansa en una imponente tumba con una magnífica escultura del torero. Para situaciones tan duras, tener el apoyo psicológico necesario, es vital.
En el cementerio de Albacete hay muchos panteones. Desde funerarias en Albacete te explicamos por qué. Esta es una zona donde se filtran mucho las aguas de la lluvia al subsuelo, por lo que los panteones son ideales para preservar las tumbas de este inconveniente.
Lápidas en el cementerio de Albacete
En nuestro recorrido, podemos ver la zona que antiguamente se reservaba a los no católicos como los masones.
Aquí está la tumba del maestro Masón Silvestre Jiménez Muñoz de 1888, llena de alegorías e insignias de la masonería. Es importante que las lápidas muestren las creencias y deseos de la familia así como los de su ser querido.
Y llegamos a la tumba más intrigante de todas, la de la aristócrata Margarita Ruiz de Lihory. A la que llamaban la Mata Hari española. Fue espía y periodista y le acompaña una terrible historia. Cuando su hija menor, Margot, murió, se descubrió que se habían mutilado un brazo, los ojos, la lengua y vello púbico del cadáver.
Servicio de flores para el cementerio de Albacete
Murió el 15 de mayo de 1968, sus restos descansan al final de la parte más antigua del cementerio y siempre tiene una flor roja como seña. Nuestro servicio de flores te ofrece un amplio surtido no solo en el momento del entierro, sino para el recuerdo en las visitas.
En Funeraria La Nueva Albacete, te orientamos y apoyamos a nivel psicológico, así como en todos los trámites funerarios, en momentos tan difíciles.
