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Fijémonos en la definición de cinerarios o urnas funerarias. Se trata de aquel recipiente destinado a contener las cenizas de un ser fallecido posteriores a su incineración.
El ritual de incineración es relativamente joven en la práctica en nuestro país pero cuenta con siglos de historia si nos remontamos a su origen.
Solo en una ciudad como Albacete y según datos proporcionados por su Ayuntamiento, se han llevado a cabo más de 400 incineraciones en apenas 10 meses de año.
Una cifra que anualmente va en aumento y que es un claro ejemplo de la tendencia al alza de esta práctica funeraria. Especialmente en zonas urbanas dentro de los últimos diez años.
Para conocer el origen de la urnas funerarias, debemos antes conocer cuando comenzaron a realizarse las primeras cremaciones de la historia.
La primeras cremaciones de la historia
La cremación o incineración es uno de los rituales funerarios más antiguos que existen. Su origen se remonta a los días del hombre prehistórico. En el Neolítico, o Edad de Piedra, se sitúan las primeras prácticas crematorias de cuerpos fallecidos.
Posteriormente, en la península griega durante la Edad de Bronce, la cremación se extendió siguiendo la creencia de purificación de alma y desprendimiento del cuerpo. Convicción que posteriormente los romanos adoptaron.
Allá por el año 400 Antes de Cristo, la conversión de gran parte de Europa al Cristianismo hizo decrecer este ritual en favor del enterramiento.
Fuera de Europa y en otras religiones como la budista o el hinduismo, esta práctica funeraria fue el rito más celebrado a lo largo de los siglos.
El origen de las urnas funerarias
Existe la creencia de que las urnas funerarias más antiguas conocidas se encontraron en China y datan del 7000 A.C. Fueron encontradas en un yacimiento en la provincia de Henan en China. Posteriormente se encontraron otras urnas de similar antigüedad en zonas próximas a ésta.
Ya en territorio europeo, en zonas del norte de Gran Bretaña se descubrieron una serie de urnas enterradas cuya antigüedad se fechó en plena Edad del Bronce.
Después de éstas, las más antiguas son las encontradas entre los pueblos eslavos y pueblos del norte de Europa.
Un gran número de urnas cinerarias han sido encontradas en regiones de Grecia e Italia. Muchas de las cuales estaban realizadas en terracota o arcilla horneada. Y modeladas en diseños muy elaborados que en ocasiones reproducían las casas o cabañas en las que vivían los difuntos sobre los cuales recogían sus cenizas.
La urna más habitual tenía forma de jarra, ánfora o vasija. Otras, como las encontradas y datadas en la época de la Antigua Roma estaban fabricadas en piedra. Incluso contenían el nombre del difunto y una breve historia de su vida en ellas.
Funeraria La Nueva y su servicio de incineraciones
En Funeraria La Nueva contamos con numerosos servicios funerarios como el de lápidas, ataúdes, o traslados, etc. Entre ellos, ofrecemos el servicio de incineración especializado realizado por un equipo técnico y humano profesional capaz de atenderle en cualquier momento de este proceso.
Del mismo modo, disponemos de un gran catálogo de urnas funerarias para Albacete.
Contamos con diferentes modelos de urnas funerarias de distintos diseños, tamaños y materiales. Piedra, mármol, vidrio, cerámica o incluso biodegradables para el respeto del medio ambiente. Le aconsejamos para que puedan elegir la urna que se ajuste a sus gustos o deseos particulares.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de poder ayudarte.